América Latina es el hogar de más de 600 millones de personas. Casi la mitad de ellas no está bancarizada. Obtener una tarjeta de crédito, incluso de débito, es difícil. Esto lleva a que muchos consumidores no puedan participar en el progreso y las ventajas que brinda la economía digital. Los fundadores de Rappi sostenían que había una manera de cambiar eso para poder impulsar una transformación digital real en toda América Latina.
Crearon una aplicación que brindaba de todo, desde servicios de comida hasta servicios de paseadores de perros y manicuras a solicitud. De esta forma, ofrecía también algo muy importante: la inclusión financiera a todo el ecosistema que usaba Rappi.